El uso de los sentidos a veces generalmente suele salirse de nuestro control. Perdemos la coherencia entre lo que deseamos hacer con nuestras vidas y lo que realmente hacemos. Y, por último, vivimos en una carrera contra el tiempo que no nos permite descansar bien, hacer pausas y disfrutar el presente.
Al hablar de enfermedad nos referimos al desequilibrio o desbalance de las funciones físicas y/o mentales y también al sufrimiento. Pareciera que como humanidad nos acostumbramos a que el sufrimiento sea parte de nuestra vida. El miedo, la tristeza y la rabia, cada una de estas emociones en cualquiera de sus manifestaciones, nos suelen acompañar día a día. Del sufrimiento que sobreviene de estas sensaciones se desprende la enfermedad física, o viceversa. A la vez, puede ser también, que una enfermedad física termine desembocando en sufrimiento.
Pero ¿cuál es la causa del sufrimiento?
Te compartimos las 3 causas que Ayurveda ha estudiado por 5000 años.
Antes de explicar las 3 causas, es trascendental entender que el origen subyacente a las mismas es el olvido de que somos seres espirituales. Hemos olvidado que estamos unidos con la Energía Universal, con Dios o con la Consciencia Pura. Nos hemos comprado la creencia de que solo somos humanos de carne y hueso los que estamos viviendo esta experiencia.
Creer que solo somos una existencia física con mente y con sentidos, nos llena de apegos, miedos y desafíos que se conectan con las 3 causas de la enfermedad que veremos a continuación.
1. El mal uso de los sentidos
Los 5 sentidos son los portales mediante los cuales recibimos el entendimiento del entorno en el que vivimos. El mal uso de los sentidos se puede manifestar de las siguientes formas.
- El abuso de Kama, la búsqueda del placer
Los 5 sentidos se conectan con Kama, una de las 4 metas de la vida según Ayurveda. Esta meta consiste en buscar el placer y evitar el dolor. Los sentidos son aquellos que nos proporcionan la conexión con los pilares de la vida como el sexo, el descanso y la alimentación. También con el placer de ver una pintura, de disfrutar una película, de escuchar música, de alegrarnos con un olor muy agradable y de disfrutar de la maravillosa sensación que otorga un buen masaje.
Los dos sentidos que más incitan al ser humano a la autocomplacencia son el gusto a través de la lengua y el tacto a través de los genitales. Con el placer que se genera a través de estas partes del cuerpo, el ser humano cree que está logrando la felicidad completa.
Cuando los placeres sensoriales se convierten en la razón de la vida y son lo único que le da gratificación a la existencia, no se está haciendo un uso sano del placer y esto llevara indudablemente a la enfermedad.
- Tomar elementos no armonicos del entorno a través de los sentidos
El alimento que comemos, para el Ayurveda, debe de contrarrestar el desequilibrio. Por ejemplo, una persona Vata tiende a desequilibrarse hacia las cualidades de frío, ligero, seco y móvil. Para volver al equilibrio debe comer productos calientes, pesados, untuosos y que la anclen. Si una persona Vata come productos secos y ligeros y se alimenta caminando, sin conectarse con el acto de comer, está cultivando una enfermedad. Así mismo, si ve películas de miedo, seguro tendrá un sueño poco reparador ya que cultivara angustias durante la noche.
Así mismo, el uso de los otros sentidos además del gusto, se deben usar de una manera adecuada. Si se usan de una manera inadecuada, pueden generar enfermedad. Es así como, lo que vemos, olemos, tocamos y oímos tienen cualidades que ayudarán a desequilibrar más a las personas o por el contrario a generar sanación.
2. El fracaso del intelecto
Una persona que abusa de la autocomplacencia de los sentidos tarde o temprano sentirá arrepentimiento. También puede sentir dolor o vergüenza. Y esto se da porque el intelecto mandará un mensaje de consciencia cuando se vincula con nuestro Ser profundo o alma. Es entonces, en ese instante que nos comprometemos a cambiar y a no volverlo a hacer. Quisiéramos comer sano, acostarnos temprano y levantarnos a primera hora. Pero al día siguiente vuelve nuevamente a primar la complacencia de nuestros sentidos y es ahí donde fracasa el intelecto.
¿Por qué pasa esto?
La principal razón ya la hemos hablado y es que nos identificamos solo con el cuerpo y creemos que la felicidad se vincula con el placer. Otra de las razones es que la voz del alma a veces la tenemos dormida, o, simplemente habla en voz muy baja. Entonces el ego se conecta con los estímulos sensoriales y volvemos a caer en la tentación.
Otra de las razones es que el ego no nos deja progresar. El ego usa todas sus herramientas para mantenernos en el ciclo repetitivo del placer y el dolor porque es la forma en que sobrevive. Él ego que es la ilusión de la individualidad no quiere morir.
3. El tiempo
El tiempo podría decirse que es una medida científica que entrega diferentes escalas como segundos, minutos, días, meses y años. También podemos decir que todos estamos de acuerdo que no hay nada que se pueda hacer para cambiar estas medidas.
Sin embargo, la forma en que administramos el tiempo y lo usamos, sí está en nuestro poder. Así como la sensación que tenemos acerca de haberlo usado para nuestro bienestar o no.
El tiempo que pasa se vuelve un elemento vital porque sabemos que cada minuto descuenta y nos acerca a la muerte. Por lo tanto, éste no solo se vincula con una medida real, si no con un componente que condiciona nuestra mente y que alimenta o no el estrés.
Entre más nos movemos, más envejecemos
En nuestro imaginario colectivo hay un mensaje que nos dice que entre más hagamos y más seamos, más nos nos rendirá el tiempo. Y que entre más nos rinda, más satisfechos estaremos al final del día. Este imaginario colectivo está asociado con el concepto mal entendido de lo que es la productividad y por lo tanto, con la exigencia del entorno actual.
En este sentido, el balance del día está mal medido. La pregunta no debería ser ¿Cuántas cosas hice en el día? Si no, ¿Qué tan balanceado estuvo mi día respecto a toda mis áreas de vida? ¿Qué estoy haciendo, o dejando de hacer, para vivir con salud y ser feliz? ¿Hago lo prioritario para fomentar mi salud física, mental y espiritual? ¿Mis acciones diarias me están llevando a ser mi versión ideal?
Hacer mucho nos desgasta. Ayurveda argumenta que entre más nos movemos más nos envejecemos.
Como ejemplo, pensemos en una persona con un desequilibrio típico de Pitta. Esta persona suele ser muy orientada a los resultados. Inequívocamente es de las que se pone metas ambiciosas en un día y además las cumple. Pero también, hay una probabilidad alta de que le dé menos importancia a elementos que cultivan su salud. Al final del día es probable que haya tenido pocas horas de sueño y haya destinado solo unos minutos para cada una de sus comidas. Además, que no haya tenido espacio para el descanso, la recreación, la familia, entre otros.
Esto le sucederá no solo 1 día, si no una semana continua, o quizás será una conducta aprendida por años.
Tanto el movimiento como las acciones mentales y físicas, nos envejecen más rápido. Estas fomentan el estrés en nuestras células y por lo tanto promueven enfermedades manifiestas y/o silenciosas. Es común que sea silenciosa porque al estar en tantas actividades fuera de nosotros, no conectamos con nuestro cuerpo y por lo tanto no percibimos ni entendemos los mensajes que nos manda.
Lo anterior aplica también, para ejemplos de la vida cotidiana, como personas que viven en el estrés. Personas cuya mente vive en el pasado. O personas que viajan todo el tiempo, entre otros.
¿Qué alternativas tenemos para evitar la enfermedad?
- Sintonizar con el alma y bajarle el volumen a la voz de los sentidos. ¿Cómo se logra esto? El camino a la prevención y la sanación es largo. Lo más recomendado es tomar la decisión de recordar que somos seres espirituales e iniciar la práctica espiritual. Esto es, practicar la contemplaación, autoobservación/meditación, yoga, pranayama, entre otros.
- Alimentar nuestros sentidos con elecciones armoniosas. Que la música que escuchemos tenga ritmos y letras sanas. Que las películas y series que veamos nos generen pensamientos positivos. Que la comida que comamos, la cantidad y la forma en que lo hacemos, sean adecuados para nuestro cuerpo, mente y alma. Que la satisfacción sensorial desde los abrazos, los masajes y el sexo generen bienestar. La manera correcta de utilizar los sentidos siempre estará mucho más orientada y dirigida a las necesidades particulares al recurrir a un Consultor de Salud Ayurveda.
- Ayurveda propone darle orden a los días y al tiempo a través del dinacharya para vivir una vida más armoniosa. Las pausas son muy necesarias. (Para saber más sobre estas pautas, remitase al artículo https://gaiatri.com.ar/ayurveda/dinacharya-y-el-estilo-de-vida/)
- Para bajarle la velocidad a la mente y aquietar la marea de pensamientos se propone incorporar en la vida prácticas espirituales. Este aspecto conecta con el primer punto. De esta manera estará cada vez estará más cerca de vivir en el presente y no estar conectando con el pasado o con el futuro.
Bibliografía:
- Dr. Marc Halpern. Cómo sanar su vida. Ed. Ayurmed
- Dr. Marc Halpern. Prinicipios de la Medicina Ayurveda. Ed. Ayurmed