Síndrome premenstrual
El conjunto de síntomas que aparece previo a la menstruación es conocido como síndrome premenstrual. Algunos de estos síntomas son cambios de humor, irritabilidad, depresión, fatiga, hinchazón, antojos, sensibilidad en los senos, retención de líquidos, entre otros.
Para entender qué es lo que Ayurveda nos revela a través del síndrome premenstrual, debemos entender las etapas del ciclo menstrual y efectos dóshicos. Se lo divide en tres:
- fase folicular, donde sucede la menstruación
- fase proliferativa, el revestimiento uterino vuelve a formarse
- ovulación, liberación del óvulo.
Cada dosha fluctúa como una marea; se acumula, se agrava y se alivia, volviendo a su estado normal. En la acumulación, pueden aparecer algunos síntomas leves, fáciles de revertir. La agravación es donde el dosha llega a su punto máximo y los síntomas toman más fuerza. Por último, el alivio es donde el dosha retrocede naturalmente, al igual que sus síntomas expresados. En cada etapa del ciclo hay un dosha en cada uno de estos tres estados.
Etapas del ciclo menstrual y los doshas:
- Kapha es la energía creadora, etapa donde crece el endometrio, revestimiento del útero.
- La ovulación, donde predomina Pitta, es la energía productiva.
- El desprendimiento del endometrio, conocido como la menstruación, es liderado por Vata, quien gobierna las acciones de desgaste, movimiento y eliminación.
¿Qué sucede previo a la menstruación?
Vata se acumula, Kapha se agrava y Pitta se alivia.
El síndrome premenstrual revela el dosha que está en exceso en el cuerpo. Según cuál o cuáles sean, los síntomas que se manifestarán.
Te invito a tomar este momento del ciclo como una herramienta para trabajar contigo misma, ya que salen a la luz nuestros desafíos y desequilibrios más profundos. A continuación enlisto algunas preguntas que pueden ayudarte en el proceso:
- qué siento a nivel físico
- qué emociones predominan
- qué cosas me molestan
- qué me preocupa
- con quién me peleo
- qué planteos me hago
Al profundizar en estos puntos, logramos trascender el cuerpo físico y mental, y llegar a trabajar con el cuerpo causal o espiritual. De esta manera convertimos al síndrome premenstrual en un proceso de autoconocimiento y aprendizaje, en vez de una queja y molestia que se repite con cada ciclo.